
Con unos
reflejos que serían la envidia del mismísimo Spiderman,
George W. Bush, el cowboy de OK Corral,
evita dos zapatazos en la jeta. Y tiene más mérito aún ya que
esta vez se dejó a su más fiel agente del Servicio Secreto (su escudo humano preferido) en la Casa Blanca:

El tipo lo hace tan bien que
parece que lo haya estado entrenando durante dos meses...
tenemos las pruebas: aquí le vemos inspeccionando y sopesando el material de ensayo en una de las sesiones.

Lo que queda claro es que
un terrorrista islámico necesita objetivos de gran embergadura para acertar y proyectiles más grandes que un zapato...todo lo que no sean rascacielos y aviones se les escapa a su puntería.
Lo bueno de todo esto es que inmediatamente después del incidente
la CIA dió con el tan buscado arsenal irakí de armas de destrucción masiva:
Y para despedirme voy a colgar esta
foto de mal gusto a la par que cómica y hijoputesca...un gran montaje de
"potorroshop" del megaindolente George y su primera dama. Feliz comienzo de semana.

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