LA NAVIDAD, POR SUPUESTO.

No me gusta ser borrego de rebaño pero tampoco me gusta ser la nota disonante porque sí. Voy a hablar de la Navidad porque mañana es Noche buena.

Cuando yo era niño la navidad era mágica, me creía lo de los reyes magos a pies juntillas y las luces y las decoraciones navideñas me abrían los ojos cual esfínter de pornstar. Yo estudiaba en un colegio de Agustinos y era monaguillo de la parroquia que regentaban...si cierro los ojos aún puedo sentir la solemnidad de las misas y el olor a incienso y cera. Las mañanas del día 6 de enero eran alucinantes, tantos juguetes nuevos me hacían sentir especial.
Conclusión, las navidades están hechas para los niños. Ahora de talludito mis impresiones son distintas, cumplo obligaciones, me mareo pensando en los regalos (hay que innovar) y me afecto del espíritu consumista en la medida de mis posibilidades. Soy nada folclórico tirando a antifolclórico, me gustan más los individuos que las multitudes, a lo mejor por mi olfato especial para detectar la hipocresía...para mi los cotillones de mas de 20 personas empiezan a teñirse de absurdo...me gustan los acontecimientos limpios de polvo y paja (aunque practique ambas cosas).
Mañana parto hacia Córdoba para pasar 5 días con mi padre, viudo y solo...viudo por imposición y solo por carácter...mi padre es un hombre de gran corazón y difícil razón, de ventoleras que afectan a justos y pecadores por igual...no obstante todas las fiestas que he pasado con él han sido agradables. En el recuerdo mi pobre madre y en la maleta el sabor amargo de un hermano oscuro, esclavo de sus elecciones, a quien jamás podré ya reconocer...en mi casa también cuecen habas. No obstante soy optimista y tengo más cosas que agradecer que de las que quejarme.

Así que con los restos del naufragio de mi espíritu navideño voy a desearos a todos los que me visitais (aunque nunca comenteis nada) que paseis unos buenos días, que os acordeis de vuestros seres queridos presentes y ausentes, que os regalen muchas cositas bonitas y que cargueis a tope el depósito de la ilusión y la esperanza para afrontar con fuerza y valor el año que nos viene encima. Yo me despido de todos hasta el próximo día 30 si Dios quiere. Besos y abrazos.